lunes, 5 de junio de 2017

El regreso.

En agosto del 2012 comencé una publicación que se volvió borrador. Pretendí retomarla en noviembre del 2015 y fallé en el intento.
Hoy es 06 de junio del año 2017, son la 01:03 de la mañana: he decidido regresar.

Durante mucho tiempo me debatí entre hacerlo o no, muchas veces el tiempo no era suficiente para hacerlo, aún no lo es pero siempre consideraré el desahogo de palabras como una de las mejores terapias que me ha funcionado desde que era tan sólo una joven de 13 años.

¿Alguna vez les conté sobre el contenido que escribía en los ahora extintos Windows Live Spaces? Compartía mi pensar, sentir e incluso era mi red social preferida, miles de fotografías que se quedaron ahí y hoy, no existen más. Desde aquél entonces siempre tuve la inquietud por plasmar letras en el ciberespacio, desafortunadamente nunca realicé la transición a Wordpress y heme aquí.

En alguna ocasión me preguntaron cómo creía que sería mi vida diez años después, apenas han pasado cinco y la verdad no imaginé precisamente estar en el lugar en el que me encuentro, con las personas que me rodean y haciendo lo que hago. Ciertamente la vida siempre nos llevará por caminos diferentes aunque creamos, pensemos o dudemos de ello, llegará un momento de lucidez en el que entenderás que es allí donde tenías que estar.

Todas las personas nos encontramos con la posibilidad de crecer, diversas situaciones en nuestra vida nos ayudan a ello y hoy puedo decir que continúo creciendo, que desde aquél entonces he crecido mucho más de lo que pensé y que el camino en el que me encuentro es el correcto aún cuando ciertas cosas deben cambiar y aún no tengo el valor de hacerlas pero es precisamente esa la razón por la que me encuentro aquí, para despojarme de vestigios, resquicios, prejuicios, indicios, sufijos, prefijos y, al final, ver en qué queda la vida...mi vida.

Como los remates de un guión cinematográfico a veces hay que hacerle entender a uno mismo por donde es el camino cuando ya lo has descubierto y atreverte a caminarlo aunque más adelante encuentres una sinuosa senda que te quiera hacer regresar. No lo hagas, no te rindas, más vale atreverse, es mejor decir lo hice o intenté que darse por vencido tan sólo a la mitad del camino.

Espero que la travesía de nuestros seres trascienda de la mejor manera, que nos permitamos sentir y vivir para así poder llegar al final de camino y poder decir: me costó pero lo he logrado, finalmente he llegado, ahora, ¿qué sigue?.



Elena Rodríguez.